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  • Foto del escritorIria Barona

¿Qué desayuna tu mente? Silencio

Actualizado: 24 feb 2021

Vivimos en una sociedad muy ruidosa, por lo que es realmente difícil mantenernos en contacto con nuestro ser interno, con el que tiene las respuestas a todos los "para qué" de nuestra vida. El problema es que desconectados de él, nos sentimos inestables , estresados interiormente, cansados, y sin un sentido real de nuestra existencia.

En la sociedad occidental muchos hemos incluido hábitos, como meditar en nuestro día a día, pero ¿Para qué los realizamos? Nos conectamos realmente con nuestro ser más profundo ayudándonos a vivir un día consciente o lo hemos añadido a nuestra lista de rutinas como una acción más porque nos han recomendado hacerlo?

Otros estaréis totalmente escépticos a ello y os preguntaréis, ¿Para qué quiero hablar conmigo mismo? o ¡Demasiado poco tiempo tengo al día como para estar en silencio!

Mi experiencia personal me dice que si me levanto por la mañana y me lanzo a la acción directamente, desconectada de mi ser, el cual a su vez está conectado con lo que necesito realmente y con mi propósito, si me levanto y lo primero que hago es escuchar en todos lados lo mal que va el mundo mientras me inyecto cafeína y me pongo a trabajar, si me levanto y lo primero que hago es abrir mis emails, las cosas que me quedan por hacer, o me introduzco en la vida de los demás entrando en las redes sociales, si me levanto y me convierto en una máquina de acción tras acción, entonces, al llegar a la mitad del día me siento agotada y deprimida. Todo el poder que me aporta la consciencia de mi misma, desaparece en cuanto me levanto y acciono directamente.

Los primeros minutos de la mañana son clave para el resto del día.

Si me despierto y dedico unos minutos a meditar, estar conmigo misma, estar en silencio, si a primera hora del día conecto con mi ser en profundidad, con los "para qué" de mi vida, cada acción que desarrolle después durante el día tendrá sentido, esa consciencia de para qué hago las cosas hará que elimine de mi día a día acciones que realmente no necesito, no me nutran y haga con verdadera presencia las que necesito hacer.

Actuar desde el silencio interior, desde esa consciencia, le aporta valor a lo que hago en mi vida y se nota en mi equilibrio emocional , mi estado de ánimo, mi energía. En ese silencio puedo encontrar foco, puedo dar sentido a la acción y por lo tanto a mi vida.

Dejemos de ser maquinas que desde primera hora se dedican a HACER para TENER, y con ello creer que somos eso que tenemos. Conectemos con nuestro SER desde ese silencio e indagación de "para qué" que le aporte sentido al HACER, porque en ese orden: SER -HACER-TENER, nuestra vida gana equilibrio y coherencia.

Todo empieza en el ser, todo empieza en ti y es justo ahí donde te invito a que comiences el día, diez minutos en silencio.








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